Las libélulas son insectos que no pueden plegar las alas sobre el abdomen. Se caracterizan por sus grandes ojos multifacetados, dos pares de fuertes alas transparentes y abdomen alargado. Se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos como moscas, abejas y polillas.
Su hábitat natural se encuentra en las cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas, ya que sus ninfas
son acuáticas. Las libélulas no pican a los seres humanos, y son
valiosas como depredadores controlando las poblaciones de insectos como
los mosquitos y las moscas que suelen traer enfermedades.
Las
libélulas son insectos esencialmente veraniegos. Son unos
animales fascinantes, con unas características biológicas que nos
facilitan su observación. Los adultos de las libélulas están entre los
insectos más grandes y espectaculares: sus extraordinarios coloridos,
sus fenomenales acrobacias en el vuelo y sus peculiares características
biológicas hacen de ellas unos seres fascinantes. Esos colores en sus
abdómenes son claves para la diferenciación de las especies siendo
relativamente fáciles de reconocer con un poco de práctica.
Los mitos y las leyendas acerca de las libélulas difieren de Este a
Oeste y muchas cultura han utilizado las libélulas como símbolos tanto
de bondad como de maldad.
En Japón son símbolo de éxito, victoria, felicidad, fuerza y coraje. Durante el siglo XI las familias nobles de Japón usaron la libélula como ornamento en todos los textiles de su mobiliario. La libélula fue escogida para hacer parte del escudo de la familia Samurai.
En nuestros días el idioma inglés aún se refiere a ellas con términos
como "host-stingers" lo que quiere decir algo así como "poseedoras de
aguijón". Los australianos a su vez les llaman "horse-stingers" o
"caballos con aguijón". Se cree que han recibido estos nombres porque
aparecen en enjambres cerca de los caballos que han sido lastimados,
mientras corrían o saltaban, dando la apariencia de que están
relacionadas con el estado de estos, cuando en realidad están
controlando a otros insectos que podrían molestar realmente a los
caballos.
Los indígenas Navajo ven a la libélula como símbolo de la pureza del agua. Sus textiles y joyas muestran distintos diseños de esta criatura.
Me encantan las libélulas¡¡¡
ResponderEliminarAunque cada vez es más difícil encontrarlas en la naturaleza, con esos preciosos pendientes las libélulas "aletearán" de nuevo este verano...
Ayer mismo, paseando por la orilla de un lago, pude disfrutar durante unos minutos de la compañía de una libélula de preciosos colores azules que parecía querer jugar conmigo. La verdad es que es un espectáculo maravilloso (otro más) de la naturaleza.
EliminarUn beso